La Vida Emocional de la Familia

Moguillansky Seiguer - Vida emocional de la familia

Autores: Moguillansky, Rodolfo / Seiguer, Guillermo
Publicado: Lugar Editorial, Buenos Aires: 1996.
ISBN-10: 9508920319
ISBN-13: 978-9508920317
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Texto de contratapa:
La Vida Emocional de la Familia. Su complejidad: vinculos y estados familiares: es un texto de doble lectura. Su estilo coloquial permite el acercamiento de cualquier interesado en las complejidades de la vida familiar. Las notas y citas bibliográficas que acompañan a cada capítulo brindan la posibilidad de discusión de teorías a los ya iniciados en el tema. No hace mucho que los vinculos familiares son objeto de estudio. Los autores piensan que las etapas más maduras del desarrollo deben pensarse no sólo como logros del individuo sino abarcando las nuevas unidades que éstos tienden a formar en nuestra cultura, parejas o familias. Estudian para eso la complejidad emocional que lascaracteriza. Desarrollan ideas fuertes acerca de la fundación de la pareja concebida como creación de un nuevo contexto de significación, reconducen la observación clínica a la vida emocional de la familia aportando nociones como las "estados vinculares", "organización vincular", "capacidad vincular" y "espacio vincular", que los llevan a postular una nueva tipología familiar y una novedosa concepción acerca de la genitalidad.
LUGAR EDITORIAL

PRÓLOGO (Por Isidoro Berenstein)

Como es ya sabido, un prólogo que dice servir de comienzo se escribe al terminar la obra. Al final se compone la introducción de la que se postula debe ir al principio. También la historia escribe hechos de la memoria, registro de los acontecimientos ya ocurridos, pasados, los que son escritos desde hoy y dan una versión de aquel pasado. Desde hoy se refieren a aquel entonces. No es la prehistoria lo que precede a la historia sino a la inversa, es ésta la que define aquella. Estas ideas no son ajenas a la sustancia del libro con su original concepción del momento inaugural de la alianza, de la familia, momento fundacional de la estructura familiar que da origen a los sujetos del vínculo aunque se supone generalmente y tiene un cierto carácter de convicción, hasta científica, que son los sujetos al unirse que forman un vínculo que sería su continuación y su principio explicativo. Lo interno del sujeto no parece ser una explicación suficiente para el origen de un vínculo y sí solo de su ubicación en él. Por lo tanto deberá construirse una explicación apropiada y adecuada a este nuevo campo. Este es uno de los puntos sobresaliente de los que se ocupa este libro.

Diré que esta obra es sobre los vínculos familiares y sobre cómo se los piensa. O sea que también se hallará una elaborada construcción acerca del pensamiento para pensar los vínculos y también acerca del funcionar del propio pensamiento. Por eso se encontrará un anclaje en dos autores que se ocuparon justamen- te de su propio campo y también acerca del pensamiento, BION como psicoanalista y BATESON como biólogo, antropólogo, epistemologo. Ambos hicieron aportes fundamentales a la teoría del pensar el conocimiento y ello recorre eata obra. Ast el primer capítulo trata preciaamente del conocimiento de lo familiar, asf como el tercero se ocupa de las convicciones que son producciones del pensamiento y el cuarto de la visibilidad y de la binocularidad en su especial condición de arrojar una información que cada ojo por separado dificilmente pueda brindar y que caracteriza la noción de profundidad. Y ésta no se puede explicar a partir del conocimiento que da un solo ojo, por más sofisticado que éste sea: "Individualmente solo accedemos al vinculo con representaciones monoculares" (pág. 45), dicen muy ajustadamente los autores.

Un eierto aire de familia tuve al leer este libro, algunas de las ideas se las había escuchado en otros contextos, o hablando con los autores de esos y otros temas. Pero lo más interesante es ser uno de los interlocutores imaginarios de sus discusiones acerce de estos temas. Reconozco la necesariedad de tenerlos y agregaría que por lo general hay dos: uno a favor, que sostiene las ideas que uno piensa, que las recibe con cuidado, las cuida y avuda a su despliegue. Pero igualmente necesario es ese otro imaginario que uno ubica, o se ubica solo, en contra. Nos rebate, nos muestra las inconsistencias. A veces representa el establishment y dice que los conocimientos ya están firmemente establecidos y frente a los cuales no valen la pena nuevos desarrollos. Son tan simples los hechos cuando se los recorre por las rutas más clásicas.

En esta dirección de tomar por otro camino está la idea- fuerza en la que se basa la fundación de una familia como creación de un nuevo contexto de significación. Se da un hecho nuevo, como dicen los autores, algo se inventa o se cerea distinto de lo individual, "..índice de una nueva dimensión de lo inconsciente que es, una nueva fuente de sentido, incluso para cada uno." El intento bastante generalizado de explicarlo con formulaciones derivadas de lo individual genera para algunos de nosotros la incomodidad del lecho de Procusto. Habrá que decirlo con todas las palabras para lo vincular se requiere otra metapsicologia y tengo la impie sión de que este libro marca un reconocido aporte en esa dirección con la noción de 'estados vinculares', En el capitulo siete, efectivamente surgen los nuevos nombres' y su caracterización para una metapsicología vincular: estado vincular, organizacio vincular, capacidad vincular, espacio vincular. Como es lógico, en las necesariamente extensas y ricas notas de este capítulo, aparecen las nociones de donde parten y que discuten los autores para internarse en eata teorieación de la clinica vincular. Me parece que este capítulo es como una bisagra que permite abrir francamente la nueva conceptualización aobre lo vincular que sigue en los capitulos siguientes. En el capitulo diez proponen una tipologia familiar paicoanalitica eatrechamente ligada a un tipo de relación transferencial. Ciertamente correaponde a familias perturbadas, pero al ser una clasificación abierta es eaperable una futura ampliación. Me doy cuenta de que mi diálogo con los autores es más fluido y persistente. Tanto que me dan ganas de seguir dialogando- escribiendo solo-con los autores en eata sutil dialéctica entre estar solo (con uno mismo) y estar con otro. Un mérito no menor de este libro es el estilo comunicativo, coloquial, que sus autores lograron darle. Ea aaf que nos hablan y podemos hablarles y comentar con ellos porque nos cuentan de la sutileza de las vueltas de nuestra vida vineular (seguramente la del lector como la de los autores también), con nuestra mujer e hijos, con nuestros padres y hermanos, con nuestros amigos. Así mismo uno cree que es un libro y en realidad son dos: aquel que se despliega en el texto y aquel otro cuyo texto son las notas, ambos vinculados' entre si.

Se trata de una obra original, de las que conviene leer y además promueve el deseo de saber cómo sigue, lo cual es ya un compromiso futuro para los autores.
ISIDORO BERENSTEIN, agosto de 1996.